domingo, 30 de diciembre de 2012

Un errante seductor, insatisfecho y sin raíces

"Well, my mother told my father,
just before I was born,
'I got a boy child's comin',
He's gonna be a rollin stone"
'Rolling Stone'

[Mi madre le dijo a mi padre antes de que yo naciera 'voy a tener un niño', será un desarraigado]
Cerró los ojos. De repente se imaginó en la gran ciudad caminando por sus inmensas avenidas, llenas de coches, de esbeltas farolas de luces multicolor y de gente yendo de un lado a otro. El bullicio continuo de los paseantes, el ruido ensordecedor de las bocinas, los gritos chillones de los vendedores callejeros, el bramar de los puños que se chocan en la pelea, o, lo que es peor, el estruendo de las balas en un ajuste de cuentas entre bandas rivales. ¿Realmente esa era la tierra prometida? Posiblemente no, pero hay una cosa clara, ese paisaje urbano, más propio del infierno -inhóspito, cruel, inhumano, autocomplaciente- iba a tener una banda sonora única: el blues. Pero no un blues cualquiera, sino amplificado...

Soñar con la gran ciudad no era algo ajeno para un bluesmen del Delta de Mississippi. Allí las oportunidades eran escasas. Quien más y quien menos, en algún momento, se había imaginado triunfando en Chicago, en Nueva York, o a lo sumo en Memphis. Sin embargo, esa gran ciudad miraba con desdén cualquier expresión que viniera del sur. Solo necesitaba su mano de obra. No sentía el más mínimo interés por los acordes acústicos del blues tradicional. Una indiferencia típica de los años previos a la Segunda Guerra Mundial. En esa época, el swing dominaba la vida nocturna. Blancos y negros acudían a las salas de fiestas para dejarse seducir por los ritmos calientes de las big bands de jazz.

No obstante en Mississippi, las lujosas salas de fiestas se sustituían por las desgastadas maderas de los juke-joints, los números musicales de cabarets y teatros se convertían en improvisadas actuaciones en barbacoas o chiringuitos, y las grandes orquestas se reducían a hollers y songters. Los versos flotaban en la atmósfera, el bluesman solo tenía que recogerlos y hacerlos canción. Una canción que no requería más que una instrumentación mínima y sencilla. Principalmente guitarra, pero también banjo o violín. Instrumentos acústicos, de sonoridad modesta, que lo único que necesitan son las manos del ejecutante y la voz poderosa del bluesmen. Charley Patton, Son House, Skip James, Robert Johnson harían de la tradición del Delta una manifestación artística que traspasaría fronteras. Pero solo las del estado del Mississippi. Tuvo que llegar otra figura para hacer del blues -tanto el de sus predecesores como el suyo propio- un estilo de música universal...

Aguas turbulentas

En Rolling Fork, Mississippi, el 4 de abril de 1913 (según otras fuentes, 1915) dos aparceros de nombre Olli Morganfield y Berta Grant tuvieron un hijo llamado McKinley.  Berta murió poco tiempo después. A los diez años, el jovencito se trasladó a vivir con su abuela a la plantación Stovall, en las afueras de Clarksdale. Apenas asistió a la escuela. Trabajaba en la granja recogiendo algodón o cosechando maíz. Los fines de semana acudía a las reuniones locales a escuchar música en directo. El viejo gramófono de su abuela le puso en contacto con los espirituales y música religiosa.  A los trece años aprendió a tocar la armónica. Pero pronto se pasó a la guitarra. A los diecisiete, tras vender un caballo, se compró una Stella de segunda mano por 2.50 dólares, que le enseñó a tocar un amigo.

La gran revelación vino cuando en una de las actuaciones nocturnas se encontró por primera vez con Son House.La técnica del bottleneck o cuello de botella y la imponente personalidad de House le atraparon. Era habitual además que Son House tocara en el mismo sitio durante varias semanas seguidas, por lo que el asombrado McKinley iba, noche tras noche, se situaba al lado del micrófono y nadie era capaz de moverlo de allí. Practicaba sin parar, dos horas al día, imitando a su ídolo. No tardó en empezar a actuar por su cuenta. Poco a poco comenzó a labrarse una reputación en el área de Clarskdale.
 En 1927 el dique del río Mississippi se rompió y originó las inundaciones más devastadoras que ha conocido la región. McKinley solía decir que lo único que había eran 'muddy waters' (aguas turbulentas). Aunque algunos autores piensan que el sobrenombre viene porque, de pequeño, le gustaba jugar entre el barro del pantano que había cerca de la plantación Stovall. Como la mayoría de bluesmen del lugar, Waters era un culo inquieto. Se conocía los caminos del norte de Mississippi como la palma de su mano. Viajaba con frecuencia a Memphis para tocar en Beale Street y ganarse unas propinas. Allí le llamó la atención los Mississippi Sheiks agrupación de guitarra y violín que tocaban country blues.

Waters era alto, carismático, generoso y de una simpatía natural que ponía patas arriba a la comunidad femenina del Delta. Más adelante en su carrera cantaría canciones como 'Hoochie Hoochie Man', 'Manish Boy' o 'I am a natural born lover' de una gran carga sexual y masculinidad, marca de la casa, donde presume de sus hazañas como amante. Paralelamente a sus conquistas amorosas fue perfeccionando su técnica a la guitarra. En 1937 escuchó los discos de Robert Johnson. Años más tarde declararía que su estilo era un mezcla de influencias entre el poderío de House y las innovaciones técnicas de Johnson. En 1940 intentó probar suerte en la ciudad de Sant Louis, pero sus viejos blues no funcionaban por esos lares, por lo que volvió a Mississippi.

Un encuentro crucial

El último domingo de agosto de 1941 dos hombres blancos de mediana edad llegaron hasta la plantación Stovall, a la cabaña donde vivía Waters. Preguntaron por McKinley Morganfield. La primera reacción de éste fue de recelo. Solía colaborar en la destilación de whisky ilegal y pensaba que venían a por él. En realidad, Alan Lomax y John Wesley Work, no eran inspectores sino musicólogos y 'cazadores de talentos'. Estaban rastreando toda la zona del Delta con el objeto de realizar grabaciones para la Biblioteca del Congreso. Querían descubrir al nuevo Robert Johnson. Por desgracia (o suerte) no lo encontraron....

Tras las primeras indecisiones, el ambiente se relajó cuando Lomax sacó una flamante guitarra Martin y se la dejó tocar a Waters. Unos minutos más tarde, la cabaña estaba rodeada de cables que salían del maletero del coche. El motor hacía que todo el equipo de grabación portátil funcionase. De esa sesión salió 'Country Blues', basada en el 'Walking Blues' de Robert Johnson y que más adelante sería regrabada como 'I feel like going home'. Aparte de constituir el primer tema registrado de Muddy Waters, la sesión también es interesante porque después se oye una entrevista que Lomax le hace. Se puede escuchar el audio aquí y la transcripción aquí. En ella hablan de influencias, de la inspiración en una mujer que le maltrató. Waters reconoce su admiración por Son House y describe su técnica bottleneck mediante el uso del dedo meñique. A continuación toca otra canción.

Soy un desarraigado

'I be's troubled' se transfomaría, con el paso del tiempo, en 'I can't be satisfied'. Constituye una apasionada muestra del incoformismo y descaro de Waters. Nada que ver con los blues anteriores que se valían de metáforas para hablar de un estado de ánimo. Aquí Waters es directo y descarnado: "nunca he estado satisfecho". Estas grabaciones permiten asistir en primera persona al proceso de nacimiento de un mito. Al escuchar su propia música grabada, Muddy Waters admite que le supuso un chute de confianza en sí mismo. Y para el oyente actual evidencia el instante de auto-conocimiento de un artista emergente. En total recibió veinte dólares por las dos canciones a cambio de ceder los permisos para que fueran incluidas en una edición comercial de la Biblioteca del Congreso. 

En julio de 1942 se llevaría a cabo una nueva sesión. En algunos temas junto al violinista Son Sims (la foto que ilustra el post pertenece a esa sesión) y en otras, él solo. Se graba una nueva versión de 'Country Blues'. Waters, que hasta la fecha, solo había sido campesino y conductor de tractor comienza a darse cuenta de que necesita un cambio en su vida. Cansado de trabajar en la plantación por poco dinero, una tarde de mayo se sube a un tren en Clarksdale rumbo a Chicago. Tan sólo llevaba un traje y su guitarra de marca Silverstone. 
En la gran ciudad los paisajes tradicionales de juventud y las costumbres se pierden. Muddy siente nostalgia de su hogar. Precisamente ese desarraigo favorecerá la creación de un sonido nuevo que va a revolucionar la música de todo el mundo. Por cierto, no es necesario decir que temas como 'Rolling Stone' o 'I can't be satisfied' inspirarían a uno de los grupos británicos más importantes de todos los tiempos. Aunque Muddy Waters va más allá. Pero no adelantemos los acontecimientos. El blues eléctrico de Chicago y "su hijo llamado rock'n'roll" forman parte de otra fascinante y prometedora aventura...







"Well, if I feel tomorrow like I feel yesterday 
I'm gonna pack my suitcase and make my getaway", 'I can't be satisfied'.
["Bueno, si mañana me siento igual que hoy, voy a hacer la maleta para escaparme de aquí"]

Bibliografía:

- Blues: la música del Delta del Mississippi. Ted Gioia. Ed Turner. 2008
- Blues: La historia completa. VV.AA. Editora Julia Rolf. Ma Non Troppo. 2008
- La gran enciclopedia del blues. Gérard Herzhaft. Ma Non Troppo. 2003

Para más información sobre la biografía de Muddy Waters recomiendo este completísimo post de Blanco y Negro Blues.

13 comentarios:

  1. Amigo, Manu. Pedazo de post que te has marcado a la salud de los bisabuelos del rock&Roll. Es una delicia venir por este espacio y salir con un regusto sonoro indeleble. Feliz 2013 y larga vida a "La música es mi amante"

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    1. Muchísimas gracias J.C Alonso! Un verdadero honor leer tus palabras de agradecimiento. Feliz 2013 para ti también. Un fuerte abrazo!

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  2. Con esta entrada has conseguido que sienta nostalgia del recién perdido 2012 :-) Ahora me siento más afortunada aún de haber pisado tierra sagrada: el Delta del Mississipi, Clarcksdale, Memphis, Chicago... ¡ya quiero volver!

    Brillantemente descritos como se fragua el embrión del blues eléctrico, como siempre... Gracias Grooveman. ¡Por un feliz año nuevo lleno de música y palabras embriagadoras!

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    1. Muchas gracias, Isa! Muddy Waters es uno de los grandes. Una suerte pisar 'Tierra Santa' sí. Y eso que nos faltó ver Stovall!!!!! Hay que volver, sí ;)

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  3. Impresionante, envolvente y genial, una narración esplendida, a la altura del personaje. Nos volvemos a encontrar con los Lomax, y me encanta como se enmarca el comienzo del blues eléctrico, estamos a un paso del Rock ¿Sabías que fue Muddy Waters quien presentó a su amigo Chuck Berry a Leonard Chess....? Feliz año!

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    1. Muchísimas gracias, Sebas!! los Lomax siempre detrás de toda historia interesante ;) Pues no lo sabía hasta que vi la maravillosa Cadillac Records! ;) Un abrazo y Feliz Año!!!

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  4. Estimado MANU, quiero confesarte que cada día escucho más jazz tradicional, he ido poco a poco apreciando a algunos maravillosos músicos. Hace un par de horas estuve escuchando grabaciones del gran cornetista Bix Beiderbecke, maravilloso.
    Un abrazo y un feliz año 2013

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    1. Muy buenas Hector! Y feliz año! Espero no tener nada que ver en tu reciente aprecio por el jazz clásico! ;) O sí... Un fuerte abrazo. Nos seguimos leyendo.

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  5. Hola y Feliz Año 2013 Manu!
    Me encanta tu Blog!
    El link más abajo es a la página en facebook del proyecto TANGO CONGO en el cual he trabajado durante un año en la investigación para un largometraje documental, un libro y un concierto. Tanto allí como en el Blog (www.tangocongo.blogspot.com) podrás ver de que va la historia. Si te atrae me gustaría tu click en Me Gusta.
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    1. Hola Tango Congo, muchas gracias por la felicitación. Ya soy uno más de la familia TANGO CONGO. Un saludo!

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    2. Muchísimas gracias Manu. Tenerte por TANGO CONGO es un lujo! Mi historia camina por todos esos senderos que con tanta sabrosura recreas aquí.
      Muchos éxitos en este, tan indispensable, blog.

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  6. Fantástica entrada, como siempre.
    Apuntar que estas primeras grabaciones de Muddy están disponibles en cd bajo el título "The Complete Plantation Recordings", absolutamente imprescindible para entender el legado musical de Muddy y, por qué no decirlo, el blues de Chicago en general.

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    1. Muy buen apunte, amigo Javier. Completísimas! Gracias por el comentario. Un abrazo

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